Jornada de orientación pastoral del 5°año A
Una experiencia que deja huella:
El miércoles 15 de octubre de 2025 se realizó la jornada de orientación
pastoral del 5°año A de la Escuela. Les ofrecemos dos testimonios sobre esta
actividad:
“Hola, soy Matías y quiero contarles mi experiencia en la jornada de
orientación pastoral del 5°año básico: Esta salida pedagógica la realizamos en un
lugar llamado Faja 24.000, sector Caivico; donde existe lo que en otra época fue
un internado y escuela agrícola.
Con las actividades realizadas, que tenían que ver con nuestra convivencia,
aprendí la importancia de diferentes valores, como por ejemplo: empatía,
solidaridad, inclusión y respeto a mi prójimo. Además nos sirvió para compartir
más con todos mis compañeros conversando, comiendo juntos, jugando fútbol y
otros juegos.
En resumen, pudimos aprender y conocer realidades que suelen sufrir las
personas, especialmente los niños, para no permitir que ninguno de nosotros sea
marginado y quede en las periferias”.
“Mi nombre es Romina Mena, apoderada de 5° básico, y quiero compartir lo
valiosa que fue la experiencia vivida durante la reciente salida pedagógica. Esta
actividad no sólo permitió a los niños aprender fuera del aula, sino que también fue
una instancia profunda de crecimiento humano, tanto para ellos como para
nosotros los adultos acompañantes: seis apoderados, Don Pablo (profesor jefe), la
Sra. Myriam y el hno. Juan Carlos.
Durante la jornada, pude observar cómo se vivenciaban valores
fundamentales como el respeto, la solidaridad y la inclusión. Cada momento fue
una oportunidad para enseñar y aprender, para demostrar con acciones concretas
lo importante que es tratar bien al otro, escuchar, compartir y preocuparse por
quien va al lado.
Uno de los aprendizajes más significativos fue la importancia de no permitir
que ningún niño quede en la periferia, ya sea emocional, social o físicamente.
Todos merecen sentirse parte del grupo, valorados y acompañados. Esta salida
nos permitió reforzar ese mensaje, y fue gratificante ver cómo los niños lo
comprendían a través de sus propios gestos de empatía y compañerismo.
Sin duda, fue una experiencia enriquecedora que deja huella y que motiva a
seguir construyendo espacios educativos más humanos y conscientes”.
