El pasado miércoles, la comunidad educativa se reunió con profundo espíritu de fe y fraternidad para celebrar una misa especial, docentes, estudiantes, familias y personal administrativo se congregaron en la escuela para compartir este momento de encuentro con Dios y entre nosotros.
La misa fue preparada con entusiasmo por un equipo integrado por estudiantes y docentes, quienes se encargaron de las lecturas, las peticiones y el coro. Cada gesto, palabra y canto reflejaban el compromiso de vivir los valores católicos dentro y fuera del aula.
El ambiente fue de verdadera fraternidad, y se percibía en cada palabra, en cada canto, en cada mirada. La misa fue, más que un acto religioso, una expresión profunda del deseo de caminar juntos, compartiendo no solo conocimientos, sino también valores que dan sentido a la vida en común.